18 de enero de 2009

Silencio - Enero 18, 2009


Hoy no quiero hablar.....
No quiero dar explicaciones, a lo que no tiene explicación.
No me preguntes como me siento, porque puede ser que no sienta la sangre correr por mis venas, ni el cosquilleo en mis manos ó extremidades asociado con el fluir de ese liquido tan preciado que ayuda al músculo del corazón a mantenerme viva. Aunque tengo signos vitales y respiro, no me siento un ser humano normal. Hoy no quiero saber ni estar consiente de lo que soy y como estoy. No preguntes si estoy bien, mal, triste ó contenta.

Hoy no quiero ser la misma de siempre, con una respuesta amable, una mirada cálida, ó la sonrisa transparente. Tampoco quiero tener la vida perfecta que tienes tú, hoy no quiero pretender que tengo todo bajo control, ni que soy fuerte, ni que tengo ganas de embarcarme en una lucha que perdí hace algún tiempo.

Quiero dejarme estar en este letargo que sé, pronto llegará a su fin. Porque aunque no lo creas yo también estoy cansada de no querer hablar y mucho más de ser escuchada.
A veces grito desde lo más profundo de mi interior y nadie siquiera escucha, sin embargo cuando me silencio, una que otra persona logra percibir lo que realmente vive en mí.

No quiero hablar, quiero sentir, quiero multiplicarme como las estrellas en el firmamento y volverme una galaxia de posibilidades y fuerza. He aprendido que las palabras se las lleva el viento y que es mucho mejor enmudecer y escuchar.

No quiero dar consejos, quiero escucharlos porque suele suceder que damos consejos a los demás, que nosotros mismos no somos capaces aplicar a nuestras propias experiencias. Entonces, ¿para que darlos? Dar consejos conlleva cierta responsabilidad que debemos estar preparados a asumir.

Quiero saber que estas ahí para escuchar mi silencio, apoyarme y ayudarme, pero no me exijas cosas que yo misma no puedo exigirme, ó des lecciones de vida que aun no estoy preparada para recibir. "Ven a bailar conmigo y sabrás como bailo"; alguien dijo una vez. Y es muy cierto, porque solo yo se como me estoy sintiendo y tu desde afuera no tienes idea de los fantasmas que me atropellan por dentro.
No me preguntes como estoy, porque ni yo misma he de saberlo.