13 de marzo de 2009

Carta Breve A Mis Hijos - Marzo 13, 2009

Espero a través de esta carta, poder expresarles de forma clara y concisa, este amor tan inmenso que siempre les profeso. Ustedes son parte vital de mi existencia, son imprescindibles en mi vida, por lo menos así lo considero yo. Quizás se pregunten ¿porque?, mi respuesta es simple. Ustedes, son una extensión de mi ser, de quien soy, pero muy diferentes a mi a la vez. Tienen su propia personalidad, su identidad con rasgos inconfundibles míos y de su padre. Si mi amor por ustedes es infinito, así también, es el de su padre por ustedes; no tengan nunca la menor duda.

Desde mucho antes que empezaran a crecer y formarse en mis entrañas, los había imaginado, sin querer que tuvieran ninguna característica física en específico, solo sentía mucho amor, la ilusión de darles vida de mi vida , verlos crecer y nacer de mí. Siendo honesta con los dos, creo que en el fondo buscaba cuidadosamente ser parte del milagro de la vida y lo logre, sí que lo logre…..eso son ustedes, mis hijos.

Cuando camino con el corazón marchito y el peso de las preocupaciones cotidianas, son ustedes dos, los ángeles que levantan mis alas y me sacan a flote. Logran que fuerzas ocultas en mí, hagan que me enfrente a la vida con esperanza y valentía. Quiero que sepan que este amor por ustedes es infinito.

A menudo pienso, ¿que les dejaré cuando me vaya, a emprender ese viaje eterno que me llevará al encuentro con mi creador? Entiendan lo siguiente, cuando reflexiono ante esta pregunta, no me refiero a las cosas materiales adquiridas aquí en el plano terrenal. Me refiero a las cosas más simples y hermosas que he conocido en mi vida y que quiero dejárselas a ustedes como un regalo. Lo sé, me los imagino a los dos, mirándose y diciéndose uno al otro, pero Mamá, ¿de que hablas? Sí, es la impaciencia típica de esta generación de ustedes. Donde todo es más simple, y a la vez complicado y donde el lenguaje deja de ser romántico para convertirse en cibernético y así pierde un poco la sensibilidad y el ensueño al que estoy acostumbrada. Pero bueno, eso también es parte de lo que amo de ustedes.

Cuando me refiero a dejarles algo, me refiero a cosas como, la bondad, la humildad, la fe en Dios. Estas cosas son esenciales para que vivan una vida colmada de bendiciones, y no, no hay formula secreta, ni combinación perfecta; lo importante es que sepan incluir todos estos ingredientes en el día a día de sus vidas. Sean pacientes, comprensivos, solidarios con su familia y el prójimo. Aprendan a apreciar el silencio, porque cuando guardan silencio aprenden a escuchar a los demás y a todo el universo a su alrededor. No den consejos que ustedes mismos no puedan aplicar en sus propias vidas, hay que ser responsables y no hablar a la ligera. Sean tiernos, cariñosos, firmes, de carácter y trabajadores; recuerden que el trabajo engrandece al ser humano y les da propósito.

Sean justos y auténticos en su forma de ser, de vivir, de sentir, no vivan sus vidas en función de los demás y mucho menos de lo que puedan poseer, no es necesario. Agradezcan a Dios al acostarse y al levantarse por todas y cada una de las personas que forman parte de su entorno. Agradezcan por la familia, los amigos, el trabajo, el aire que respiran, agradezcan siempre: Dios no los abandonará.

Quiero ser muy sincera, la vida no es fácil y mi amor de madre no los exime de tropiezos, caídas, metidas de pata, equivocaciones, dolores, frustraciones. No puedo vivir por ustedes, tendrán que caer y levantarse por si solos. Recogerán sus experiencias, aprenderán de ellas y esto les dará entereza. Eso si, cuando caigan, sepan levantarse con la cabeza en alto y la fe multiplicada; esta ha sido mi formula y créanme, no falla.

Ay amores, mis amores. Dios me da la dicha de mirarme reflejada a diario en sus ojos, y me siento colmada de bendiciones. Mi amor de madre es un universo liquido y transparente que se derrama por mis pupilas al darme cuenta que son ustedes los dos milagros más hermosos de toda mi vida.

Los Amo.......Mamá